Actualmente, el tiempo de vida de los productos es muy corto. Cuando los adquirimos, lo hacemos desde el punto de vista de las necesidades del momento y cuando éstos dejan de ser útiles, sencillamente, los tiramos. El concepto de Economía Circular surge para romper esta dinámica con la finalidad de conseguir cerrar el ciclo de vida de los productos y los servicios, priorizando los criterios de la reutilización y optimización.
En esta carrera por transformar el modelo económico, Andorra tiene la oportunidad de convertirse en un referente internacional y ya ha detectado aquellos espacios y procesos en los que puede empezar a trabajar de forma conjunta, desde las administraciones públicas, los agentes económicos y sociales y la ciudadanía.
El cambio hacia un modelo de Economía Circular en Andorra pasa por el desarrollo de políticas que aborden aspectos como:
A otros niveles, se pueden llevar a cabo prácticas de contratación más sostenibles, limitar el uso del papel en la administración y dar apoyo para que las empresas puedan aplicar prácticas y procesos orientados a la sostenibilidad.
En este sentido, sectores motores de actividad del país, como el turismo, ya adoptan prácticas encaminadas a este objetivo trabajando para que el papel del turismo contribuya al desarrollo económico a partir de prácticas y difusión de valores de sostenibilidad y de inclusión social, como la protección ambiental, el uso eficiente de los recursos en sus actividades. Andorra ya está en la línea de las políticas que Europa promueve desde hace un tiempo para alcanzar el objetivo que visualizará todo este esfuerzo: conseguir reciclar el 50% de los residuos que generamos con horizonte al año próximo.
Integral Serveis 21 celebra la posición de Andorra ante este reto económico y social y contribuirá asesorando las empresas que deseen adoptar los procesos y las medidas necesarias para alcanzar este modelo de crecimiento sostenible.