Entrevista a Jordi Marticella, CEO de Integral Serveis 21.
Si bien Andorra ha sufrido las consecuencias económicas derivadas de la Covidien-19 como todos los países que viven principalmente del turismo, actualmente el país se recupera y lo hace a un ritmo esperanzador fruto del esfuerzo gubernamental, la iniciativa de los comerciantes y emprendedores, el legado económico y social de los años anteriores y la inversión extranjera.
A finales de este mes de junio, el Gobierno de Andorra hizo públicas las cifras de inversión extranjera, anunciando que estas se recuperan e incluso superan las de 2019, año previo a la pandemia.
El primer semestre la administración pública ha autorizado 535 proyectos con una inversión de 444 millones mientras el 2019 fueron 276 y con una cuantía de 189 millones. Hay que decir que la inversión en inmuebles también ha experimentado un aumento notable: el número de inversiones validadas, que proceden principalmente de España y Francia, ha crecido de 193 a 213 en este último año.
Tras la frenada de 2020 a consecuencia de la pandemia, estas son cifras muy positivas para el país. La creación de nuevas sociedades en el Principado no sólo supone una inyección de capital en las finanzas del país, también aporta innovación, tecnología, nuevos servicios y la ampliación del país hacia nuevos mercados de alto valor añadido. En definitiva, hay que valorarlo como un impulso de crecimiento económico global y diversificado.
Actualmente Andorra está inmersa en un proceso de apertura que permite invertir con el 100% del capital extranjero, con lo cual las sociedades interesadas pueden instalarse en el país de forma rápida y efectiva. También existen empresas, como la nuestra, IS21, que ofrecen un asesoramiento y servicio integral para dar respuesta a todas las necesidades del inversor con una gestión eficaz y de calidad.